16 marzo 2021

Puertas Abiertas
La primera vez que participé en un evento con toda mi energía y ganas de que se diera a conocer lo que hago con amor que es la poesía.
Mis palmas en la barda que fondee de blanco se ven muy pequeñas, pero son mías.
La segunda vez estuvimos en la Prosa Nostra en Tlajomulco de Zúñiga, evento organizado por Alejandro Zapa

11 marzo 2021

Nuestra Historia
Berónica Palacios Rojas 08 de marzo de 2021 Introducción: Buenas tardes queridos alumnos, maestros y amigos y de este Centro Universitario de la Ciénega en Atotonilco. Agradezco infinitamente la invitación por parte del Grupo Índigo y en especial a mi estimado exalumno Eduardo Gómez, a dar esta breve charla e iniciar un diálogo con ustedes por la conmemoración del día Internacional de la mujer. Hablar del 8 de marzo es El Día Internacional de la Mujer que originalmente era denominado Día Internacional de la Mujer Trabajadora. No es un día para festejar, y decirnos mutuamente: ¡Feliz día de la mujer! ¡Felicidades a todas las mujeres presentes! Gracias a las mujeres por darnos la vida. Eso, no debemos hacerlo, ya que es un día que debe ser de duelo, donde recordemos que murieron cerca de 140 mujeres calcinadas, en una fábrica textil, por la imprudencia y falta de conciencia de los patrones. A las mujeres las encerraban desde que entraban a laborar a las fábricas hasta que terminaba su jornada, pues los patrones temían que si salían a comer se podían robar algo. Incluso, tenían la imprudencia de no tener en la fábrica puertas de emergencia. Y así, a cal y canto (Como se dice en la poesía) las mantenían sin dejarlas oler el aire de la calle, sin poder salir a ver a sus hijos, sin resolver los problemas de primera magnitud, como la muerte de un ser querido, entre otras situaciones. Desarrollo: Recapitulando lo que dije anteriormente. No se felicita, se lucha. No debemos decir ¡Feliz día de la mujer! Lo que tenemos que recordar es que en este día 8 de marzo se conmemora el día Internacional de la mujer. Por las razones que acabo de explicar anteriormente, no es válido tomar este día como festejo, ya que debemos de tomarlo, más de duelo, porque gracias a ese tipo de eventos trágicos, nosotras pudimos tener derecho a laborar 8 horas al día con una hora para comer, ser parte de un sindicato, en ocasiones de emergencia salir sin represalias; tenemos derecho al voto, a la educación, a formar parte de la estructura gubernamental y además, tenemos el derecho a elegir con quién nos casamos, y si queremos o no, tener hijos. Ahora quiero exponer un poco el contexto histórico social que desencadenó la conmemoración del Día internacional de la mujer trabajadora, Año internacional de la mujer y ahora Día internacional de la mujer, así a secas. Un día 28 de febrero de 1909, hace un poco más de 100 años fue cuando se conmemoró este día, ya que un grupo de mujeres, de un partido socialista, las cuales eran más de 15 mil, salieron a las calles de New York y en su marcha exigían: reducción de su jornada laboral, abolición del trabajo infantil y mejoras del salario. Su lema era Pan y rosas. Sin embargo, todas las peticiones fueron ignoradas y las injusticias continuaron hasta que ocurrió la tragedia. Desde que yo tenía la fecha acordada, Alemania, Australia, Dinamarca y Suiza celebraban el día de la mujer el 19 de marzo de 1911; y, pocos días después de conmemorar este día, un 25 de marzo, en una fábrica textil, murieron cerca de 140 mujeres de entre 14 a 23 años. Sin embargo, hasta 1975, sí tuvieron que pasar cerca de 64 años para que fuera declarado Día Internacional de la mujer, por la ONU. Es por eso, que debemos hacer conciencia sobre los derechos que tenemos, si ayudamos a cualquier mujer cuando lo necesite sin esperar nada a cambio, impulsando a crear, a creer en sí misma y a dar opciones de libertad para poder ser plena en lo que hacemos y en lo que nos apasiona. Mujeres en la historia: Hoy quiero hablar de algunas mujeres que han sobresalido en la historia. Malala: Ha luchado para que los niños tengan educación, para que a las pequeñas no las casen niñas y por esta razón recibió un disparo en la cabeza y con tan sólo 17 años fue premio Nobel de la Paz en 2014. Nadia Muran: En 2018 recibió el premio de la paz por su ayuda a mujeres y niños víctimas de genocidio y tráfico de personas en los campos de refugiados. Ella fue secuestrada y sufrió los peores abusos, pero tras escapar escribió un libro titulado: Yo seré la última. Muchos años después y en otro continente, Rosa Parks luchó contra la injusticia al negarle el asiento a un hombre blanco, muchos se unieron a la causa en contra de la segregación racial. Ella es reconocida como la primera dama de los derechos civiles. En la ciencia Marie Curie fue descubridora del Polonio y el radio como elementos químicos. Descubrió el fenómeno de radiación y fue la primera persona que ganó el nobel en dos especialidades: química y física. Por esta razón arriesgó su salud con tal de no renunciar a su pasión y eso, le costó la vida. Gertrude B. Eliot fue nobel de medicina en 1988, ella inventó medicamentos que hicieron posible el trasplante de órganos, sus píldoras transformaron la leucemia infantil. Y bueno, para hablar un poco de mujeres en la literatura, le voy hablar de Juana Inés de Asbaje o mejor conocida como La décima musa; ella vivió en el siglo XVII, fue la mayor figura literaria de las letras hispanoamericanas. Ella sobresalió por su pasión al conocimiento y se adelantó a su época, aunque tuvo varios obstáculos, también tuvo algunos ángeles en su camino, qué gracias a ellos, pudo dejar una huella memorable en la historia de la literatura universal. Virginia Wolf, Simone de Beauvoir (bobua), Rosario Castellanos, Marie Weston, denunciaron la educación que les dieron a las niñas. Podríamos hablar de muchas que no están, en esta lista memorable de mujeres activistas que con sus letras nos dejaron un largo legado para disfrutar, apasionarnos y dejar en libertad nuestras represiones. Ahora les hablaré un poco de mi historia como mujer y por los obstáculos que pasé para lograr ser lo que soy, y les voy a decir un secreto, soy mujer y soy feliz. Aceptarlo no fue fácil, perdonar y caminar sin mirar atrás. Y eso, sucedió hasta que tuve conciencia de ello, de amar la pobreza, el hambre y la falta de consejos de una amiga. Para eso, tuvieron que pasar muchas lunas.
Nací en una casa de Chapala y cuando atendió la partera a mi mamá, le dijo que era niño, por la fuerza con la que venía, de pronto mi padre se alegró, pero cuando confirmaron que era niña, su sonrisa se esfumó. Quiero compartirles un texto autobiográfico para que puedan conocerme a través de su imaginación: Fui una niña con sueños azules, jugué con pedazos de juguetes, trompos y canicas que encontraba en la calle. También maté pájaros con resorteras. Nací de un óvulo joven y de un esperma inteligente. Disfrutaba la buena comida que veía en la tele y soñaba con refinados gustos que simplemente no existieron. Me divertía con mi hermana cuando pescábamos en el Río Bravo y nos paseábamos por el desierto. Sin embargo, si no hubiera sido por la prudencia y arrebato de mi madre, fuéramos una estadística más de las muertas de Juárez. Chapala escuchó mi primer llanto un 16 de marzo de 1973. Ahí tendí mi primera sarta de dolores maternales. Soy mujer de raíz indígena y aprendiz de poetas. Cada día se sumerge en un mundo fantástico: trabajo, zurcidos quehaceres, histerias, pinceles, pleitos pueriles y nubes de largos versos. Trasfigura en hojas preñadas de silencio un montón de cosas infinitas que llevo dentro. Nostalgias de amores fallidos, minúsculas traiciones y un amor filial empapado de ternura. Los poemas los plasmo con pequeñas dosis de verdad donde fluyen ríos de metáforas rodantes. Durante 16 años fui pila de agua bendita para los hombres, cansada de ser una empleada más, me puse la coraza de valiente. Ingresé a la prepa con mi pequeño de dos años, pero no estando conforme, antes de concluir mi bachillerato normal, nada de incorporado, quedé embarazada de otro pequeño. Y aún, con este mundo de adversidades decidí ingresar a la Uiversidad de Guadalajara, para empezar la carrera de Licenciada en Letras y gracias a Dios pude concluir orgullosamente con un título en mano y una cédula, documentos, los cuales resguardaba bajo la manga, para cuando hubiera crisis de lugares para vender artesanía, hasta entonces los pude sacar y presentar para pedir trabajo en Mi hermosa Prepa 3. Aunque ustedes no me crean, hacía changuitos para no ingresar a Letras, ya que pensé que era imposible esta azaña de realizar. Pues, no sé a qué se debió, Dios, los ángeles de Sor Juana, o la fuerza de mujer que ya me había señalado. Entonces, fui a la universidad a estudiar con mis dos hijos, uno de 5 años y otro, que llevaba en el vientre. El camino fue duro y cruel, ya que los maestros eran hirientes y me corrían del salón, además me aconsejaban y decían: “Berónica, váyase a su casa a cuidar a sus hijos”, pero yo fui constante y decidida hasta que logré mi objetivo, mi sueño dorado era dar clases en la prepa de Chapala, qué es donde ahora estoy. Y muchos de ellos, catedráticos y maestros apostaban a que no salía la carrera. Durante la Universidad fui cazadora de Becas (sólo tuve una media beca por bailar en la prepa y otra pequeña por parte de una iglesia evangélica), ya que, por parte de mi familia, nunca me dieron ni un lápiz para hacer apuntes. Las ganas de superarme me nacían de ver a las personas con capacidades diferentes, ya que veía su condición y me decía a mí misma, como yo no voy a poder hacer esa tarea, pasar esa materia, mantener a mis pequeños junto a mí, ¿cómo no voy a poder terminar lo que he empezado? ¿Cómo voy a tirar la toalla, después de lo que he pasado? Entonces, empecé a trabajar en 5 casas, iba diferentes días a cada una y el sábado iba a planchar a otra, en Chapala. Así fue como por 3 años, por las mañanas iba a asear las casas y a de cuatro a nueve iba a clases al Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, todos los días eran iguales. Los domingos y días festivos los pasaba con mi amiga, Adela Díaz en Chapala, la señora de manos generosas y corazón de madre. Ahí en su casa reía, descansaba y comía de las semanas infinitas que pensaba que nunca terminarían. Hubo muchas Lunas que lloré de hambre, de soledad y de miedo, ¡Sí, miedo ante el mundo! Por no tener un hombro donde poner mi cabeza y un oído que escuchara mis fracasos y alegrías. Además, por la pobreza en la que vivíamos no contaba con las herramientas adecuadas (Computadora, hojas, libros, etc.) sólo tenía una máquina que cargaba a la universidad para concluir mis trabajos. Y así, muchas veces me malpasada y prefería fumar un cigarro de a peso que comprar un lonche de 20.00. Hubo muchas personas dentro de la carrera que me humillaron, pero también Dios puso a muchas mujeres que apoyaron mis ganas para concluir mi carrera.
Algunas amigas me impulsaron de manera mágica. después del intento de una relación, me di cuenta que fui utilizada, maltratada físicamente, psicológicamente, explotada y además marcó enormemente la vida de mis dos pequeños. Me armé de valor y caminé sin voltear atrás. Dejé un año de mi vida, lágrimas de sangre, golpes y maltratos para ver un nuevo horizonte. Por mi oficio de artesana, me resistía dar clases, por una mala experiencia que tuve, dando clases por tres meses y no me pagaron ni un peso. Cuando me volví artesana renací y, la poesía penetró con más fuerza en mi sangre. Esta época gris de mi vida fue casi al término de mi carrera, ya andaba completando horas de vinculación y título. Una vez con éstos dos en mano. Tomé una decisión, voy a ser mi propia jefa, yo voy a tener mi propio negocio, voy a regular mi tiempo y empecé a trabajar mi lado creativo y así, planear una revista literaria, que para el 2004 las revistas impresas estaban de moda. En la actualidad es una de las pocas que se imprimen físicamente. Tomé algunas clases en Univer y hacía encargos artesanales. Pero no contaba, con los problemas de la FEU, así que ahí duré otros tres años, sintiéndome jefa del aire y de la poesía. Uno debería Berónica Palacios II Uno debería utilizar la poesía para hablar mal de los amigos y amantes sin hombría, pero no, prefiero vomitar esta aspereza que como hiel destilo por los inutiles espacios de mis secreacciones. LA POESÍA SALVA VIDAS, ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO...

13 enero 2021

Entrevista a Berónica Palacios


 

Entrevista a Berónica Palacios

 

1. Habla de tu obra, de tu poesía ¿de qué trata?, ¿qué propone?, ¿cuáles son tus temas?


Mi poesía es cotidiana desprende un vaho sensual, aunque a veces se transforma en cruel y dictadora. Otras veces, propone llegar a jóvenes que incursionan en la lectura y escritura, pero también he llegado a conmover a expertos y audaces lectores. Los temas son de la vida, hablo sobre la nostalgia, el dolor, el amor y también, hago una denuncia de la realidad que nos atrapa. Además, mis poemas son testimoniales, ya que en ellos hay personajes que están presentes en nuestro acontecer diario y algunos lectores se han identificado con ellos.

2. ¿Escribir es una profesión (cuestión de vida o muerte) o un hobby?

Es una disciplina que debe combinarse con la lectura y el vivir día a día. Escribir es parte de mi vida, de una extensión más de mis actividades cotidianas, escribir es beber a sorbos una chispa de vida que espera atrapar a varios lectores.

 

3. ¿Alguna razón o motivo para escribir?

Dejar una huella en la gente que está a mi alrededor. Dejar testimonio del momento que se está viviendo, dejar huella en los alumnos y personas que me rodean. Escribir es transmitir un poco de las vivencias que me marcaron.

 

4. ¿Cómo fue que decidiste ser escritor?

El destino es benévolo y mi fuerza de voluntad también. Busqué ver mi nombre publicado como está en mi acta Berónica con “B”. Ese logro se lo debo a mi Gurú y amiga, la Doctora Silvia Quezada Camberos; gracias a ella pude ver mi sueño realizado y la primera vez que se me publicó un cuento fue en la sección de El Informador vi ese sueño realizado fue importante y trascendental para seguir por este camino.

5. ¿Lo más difícil de ser escritor?

Lo más difícil de ser escritor fue ser valorado y aceptado dentro de algunos círculos literarios. Ya que encajar en Guadalajara fue duro, pues las críticas llovían como hojarascas en tiempo otoñal.

6. Un libro que te haya marcado y por qué:

La otra orilla de Eugenio Partida, tiene un humor ácido, crudo y además nos deja una serie de pinceladas de realidad; otro libro que fue importante Que baje Dios y que diga que no es cierto de Fabiola Sánchez Palacios.

7. ¿Qué escritor o escritores consideras que son influencia?

Octavio Paz, Castellanos, Sabines, Neruda, Shakespeare, entre otros.

 

8. ¿Crees en la inspiración (musa) o en el trabajo?

Trabajo, dedicación y disciplina.

9. ¿Alguna ceremonia o rutina para escribir?

Fumar junto a una taza de café y vencer el pánico a la hoja en blanco, hace aproximadamente 15 años atrás. Hoy es diferente, levantarse a las cinco de la mañana y escribir al menos 40 minutos y corregir por lo menos una hora.

 

10. De tus libros publicados ¿cuál disfrutaste más escribir?

El de cuento Chapala y el beso soñado y Memoria Incendiada, El v uelo del ángel, Hombre Mar y los poemas a mi hermano fallecido.

11. ¿En qué proyectos trabajas actualmente?

Directora de una revista de creación cultural Papalotzi que rescata las lenguas vivas desde 2004, con 32 números y está en proceso el número 33. Dijo Ediciones Papalotzi con cuarenta y tres títulos hasta la fecha.

12. ¿Qué estás leyendo en estos días?
Acuario, ensayos de Elsa Cross. Poemas de Balam Rodrigo.

13. ¿Personaje literario favorito (o favoritos)?

Dante, El quijote, Bernarda Alba, Úrsula, Amaranta, Melquiades y Remedios la Bella.

14. ¿Libro impreso o electrónico?

Definitivamente impresos.

15. Lugar favorito para escribir
El parque, la plaza, el baño, la escuela, la mesa de mi comedor donde hay gente y estoy sola.

16. Qué libro no pudiste terminar de leer

Paradiso, Lezama Lima.

17. ¿La poesía mexicana se encuentra en crisis?

No

18. Autores jóvenes que recomendarías leer
Beth Guzman

Gabriela Sepúlveda

Abril Medina

Dante Alejandro Velázquez

Daniel Wence

Adriana Tafoya

Cecilia Eudave

Brenda Ríos

Isidro Delgado

Manuel Noctis

Yiria Escamilla

Tania Cosio


    Berónica Palacios Rojas (Chapala, Jalisco, 1973). Lic. En Letras Hispánicas y     Mtra en Educación. Ha participado en varios encuentros de escritores a nivel     nacional. Autora de las plaquetas de poesía: Nostalgias y Herencias, 2003. Ha     publicado los libros: Corazón por fuera (2006), Ternura de luz ensimismada         (2007), Chapala y el beso soñado (2009) y Memoria Incendiada 2011 y la     Plaqueta Remanso de mil aguas (2015 y 2017) El vuelo del ángel Premio     Nacional Rogelio Treviño 2016. Acuarelas suyas aparecen en Polvo de Luz,     tseltal-español, 2006 y en Adivinanzas Mexicanas, 2019. Editora de Ediciones     Papalotzi con treinta ocho títulos hasta la fecha. Docente a nivel preparatoria de     lengua y literatura.

Directora desde el 2004 de la revista de creación cultural Papalotzi con     beca del PACMYC 2005-2006, 2009-2010, 2011-2012 y CECA 2013. Dirige     Ediciones Papalotzi con treinta y ocho títulos del 2007 a la fecha. Es cofundadora     del Encuentro Francisco González León desde el 2011. Ganadora del concurso     de Cuento y poesía Adalberto Sánchez Navarro organizado por STAUdG, 2014.     Ganadora del primer Lugar en el Torneo de poesía y cuento en Conmemoración     de los 20 años del Aniversario del Concurso Literario FIL Joven Organizado por     el Sistema de Educación Media Superior y Editorial Verso Destierro (2014).     Premio Nacional de poesía Rogelio Treviño (2016). Ganadora de los juegos     Florales Nacionales LXVII, Sahuayo Michoacán, 2017; Becaria del CECA Jalisco     2018. Reconocimiento por su trayectoria como promotora de lectura, SEMS,         2018. Cofundadora del Encuentro de poetas Francisco González León desde         2011, Lagos de Moreno, Jalisco.

 

 

05 agosto 2014

El ojo felino de Larracilla


Berónica Palacios/Dante Alejandro Velázquez

El antiguo camino de Mezquitán culebreó por cuatro siglos entre Guadalajara y el poblado de Atemajac, cruzando arroyos y barrancos. La modernidad del siglo XX lo dejó en trozos y ahora se pierde y renace en tramos indefinidos, cercenado por las avenidas Federalismo, Ávila Camacho y Circunvalación. Hoy, la calle Mezquitán cae en una pendiente de grandes banquetas y viviendas donde la gente se sienta a la puerta cada tarde.
Tras una fachada en verde limón se guarda el estudio de Carlos Larracilla. Ahí habitan una decena de gatos, que suben y bajan los muebles y se tienden en el mosaico para refrescarse, mientras el sol penetra a duros golpes por dos minúsculas ventanas hasta salpicar un caballete. El pintor permanece durante horas trabajando y asume que su estudio es también la casa de los gatos, a quienes atiende con el mismo esmero de un amante, pues son ellos quienes dan espíritu al lugar. “Si algún día se busca la autenticidad de ese cuadro, habrá que buscarle el ADN de gato”, comenta mientras señala una obra en proceso y acaricia el lomo de Frida.
Los cuadros de Larracilla nacen de la penumbra con la fascinación de un ojo felino a mitad de la noche. Emergen trazos de luz que enuncian la piel de un personaje y alguna gama de rojos o de ocres establece el escenario de una historia. Son zaetas los colores que rompen la atmósfera y despiertan el mullido silencio del lienzo. Es el pincel que se recrea con la exaltación de quien edifica sueños.
Carlos Larracilla nació en 1976. Se inició en la pintura a los dieciséis años, después de haber sufrido experiencias agudas ante la medicina psiquiátrica que lo movieron a refugiarse en la pintura, primero como terapia autoinfringida y posteriormente como profesión y forma de vida. Aunque tuvo estudios académicos en algún momento de su juventud, es en el trabajo autodidacta donde ha moldeado su formación como pintor. “Todos mis maestros están muertos”, señala refiriéndose a autores como Van Gogh, Caravaggio, Rembrandt, El Bosco y otros que le han alimentado y a quienes les ha propuesto “paráfrasis” de sus obras clásicas, como las distintas versiones personales que tiene de “La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp”.
Cuando se le pregunta si algún autor vivo es influyente en su trabajo no se refiere a quienes suelen exponer en las grandes galerías del mundo, sino a uno cercano y discreto, el pintor Roberto Carlos El Tan, con quien comparte no sólo amistad, sino experiencias paralelas en el mundo de los delirios.
Si algo enciende la pupila en los cuadros de Larracilla, es también la economía del color. En ellos no hay abuso de efectos policromáticos, ni se baten las pinceladas a diestra y siniestra. Por el contrario, dosificarlo es una forma de  manifestar su intensidad en medio de grises, negros y vacío. Es la constante lucha entre luz y sombra quien gobierna los senderos de un mundo alterno y atemporal.
Los protagonistas de su obra, como la luz, no son una yuxtaposición en el lienzo, sino que emergen como un rastro de neblina o un delirio. No sabe uno en qué momento aparecen ni cuándo se esfumarán. Cada cuadro recrea el instante preciso en el que están y son luminosos. Es el preciosismo de la figura alterado por el sueño, la pesadilla, el vuelo de los demonios o una bofetada de viento.
Como escribió Bernardo Esquinca: Los personajes que lo habitan —cubiertos por la segunda piel del payaso en su mayoría— parecen estar posando en espera de una mirada que los salve del tortuoso letargo al que están conferidos. No buscan piedad sino complicidad: han expuesto sus vísceras, sus zoológicos íntimos, su desnudez literal, deforme. Por otro lado, Gustavo Aréchiga, lo compara con un cuadro de Van Gogh antes del suicidio: “la obra de Carlos Larracilla también está habitada por el rondar de pájaros negros”.
El trabajo del artista plástico ha sido Premio Nacional de Pintura Atanasio Monroy y el Premio Nacional de Pintura Janssen. Ha expuesto en más de 60 exposiciones individuales y  colectivas. A pesar de que la exposición, venta y difusión del arte requiere deambular en ambientes sociales, Larracilla reconoce en la soledad el alimento del proceso creativo y prefiere resguardarse en el taller de Mezquitán, lejos de los perturbantes elogios y la vanalidad del mercado. Ahí se está mejor, entre los gatos, y con el sol entibiando la pelambre del mosaico.
(Texto publicado en la revista Papalotzi No. 29. Febrero-mayo de 2014. Guadalajara. México. Imagen: "El lente". Técnica mixta sobre papel. Carlos Larracilla)


04 noviembre 2013


La vida misma
Berónica Palacios Rojas
 
 
Salirse de la ruta
Por Rebeca Ferreiro
4 Noviembre 2013
Para Berónica Palacios, egresada de la licenciatura en Letras Hispánicas y fundadora de la revista Papalotzi (en 2004) y de Ediciones Papalotzi (en 2007), cada revista y cada libro que logran publicar no son productos, ni copias en serie, ni cúmulos de páginas encuadernadas... son hijos. Y como a los hijos, “no puedes decir cuál te gusta más y cuál menos. De hecho, no te gustan, los quieres, los sientes”.
El más reciente ejemplar de esta editorial independiente, interesada en la publicación de voces emergentes y consagradas, locales e internacionales, lleva por título Espiral viajero, una compilación de textos de un género poco abordado en la actualidad por las casas editoriales, aunque de especial interés para un creciente número de lectores: la crónica de viaje.
De viaje
El nombre viene de la línea curva, que es el perpetuo movimiento, igual que un viaje. Así que quisimos publicar crónicas de viaje precisamente por su vitalidad, y porque es uno de los géneros que se trabaja poco. Es evidente que existen numerosas antologías de poesía y narrativa, pero las de crónica son escasas. Incluso cuando suele haber periodísticas, las literarias son poco comunes. Esto quizás abona a la resistencia que hay por parte de muchos escritores a crear en este género, tan diferente; lo que es una pena porque podrían llegar a convertirse en un documento histórico.
Veinte voces
Queríamos invitar al lector a que conociera los mundos mágicos a través de nuestros ojos y de nuestras letras. Los lectores están preparados actualmente no sólo para leer, sino para escribir y enamorarse de los lugares, para abrir su curiosidad al mundo. Nuestra vida es tan monótona que no observamos las pequeñas cosas que otro nos desvela. Por eso, queremos enganchar al lector a esta espiral con veinte experiencias de vida, veinte viajes a diferentes lugares lejanos y cercanos para que sientan ese calor humano que está presente hasta en las más claras descripciones de la arquitectura del lugar. Es una invitación a vivir viajes en nombre de otra voz.
Construir el momento
Todas resultan muy diferentes entre sí. Unas son más sentimentales que otras. Sin embargo, la única constante temática entre todas fue que ninguna coincidió en narrar en torno a un lugar turístico o muy conocido, sino que se preocuparon por escoger lugares que a primera vista no podrían parecer muy llamativos, lugares a los que en apariencia no se les pudiera extraer mucho, así que en ello veo una gran cualidad. La crónica de viaje construye el momento. El verdadero cronista siempre se sale de la ruta, ama observar detalles.
Estamos lejos
Éste es un resultado colectivo en el que todos participamos como escritores, financiadores (dada la situación regional que hace de la edición una labor de la que es muy difícil vivir) y lectores. Hay pocos lectores para textos literarios, las librerías venden los libros a cuenta gotas, a menos que se trate de un autor reconocido a nivel mundial. Las ventas se hacen, en realidad, de mano en mano y la capacidad de financiamiento de los libros todavía no es algo que veamos muy viable. Estamos lejos de vivir de la editorial. Sin embargo, trabajamos desde las tres trincheras: la escritura, la edición y la promoción; tareas arduas y celosas a tal punto que a veces no podemos ejercerlas al mismo tiempo, pero las enfrentamos con gusto, pues es un proyecto de convicción.
Nota publicada en la edición 766

 

02 enero 2011

La Prosa Nostra en Tlajomulco de Zuñiga, por estamos



Lisi, Zapa, Bero, Muñoz, Lety, Amalia, Dante y Gustavo Hernández, el Pato.

Cádaver exquisito de algunos escritores que estuvimos en La Prosa Nostra.

Poemas en un puente a la entrada de Tlajomulco. Uno debería utilizar la poesía para hablar mal de parientes manolarga...







Pinta de bardas.





Estamos en la Unidad Deportiva, este poema salió en el periódico de la localidad.





Pintamos en una casita.






Desfallezco en tus versos me estoy quedando sola.
Amalia Go




Esta experiencia ha sido una de las más gratificantes que he tenido a lo largo de mi carrera, si así -se puede decir- de escritora, haber conocido personas tan valiosas como Amalia o Mariana Ayón, que tal prima de una excompañera de la Facultad. Todavia parece que cursé la Universidad y conocí a mi amigo, Zapa. Un abrazo a todos ellos, con todo mi amor, beropa.





11 octubre 2010

Prosa nostra y programa este 12 y 13 de noviembre

Poetas por día

Viernes 12 de Noviembre
Abril Medina, Laura Solórzano, (Carmen Villoro), Leticia Cortés, Silvia Eugenia Castillero, Luis Armenta Malpica, Jorge Souza, Dante Medina, Felipe Ponce, Raúl Aceves.


Sábado 13 de Noviembre
Lisi Turrá, Adriana Leal, Oscar Tagle, Berónica Palacios, Luz Balam, (Patricia Medina o Selene Bueno), Verónica Gutiérrez-licón, Raúl Bañuelos, (Luis Vicente de Aguinaga), Jorge Orendáin, (Ricardo Yáñez).


Programa por día
Viernes 12
Hora Actividad
19:00 Ceremonia de Inauguración
19:30 Inicio de actividades
21:00 Fin de actividades del día
21:30 Coctel personal

Sábado 13
Hora Actividad
19:00 Inicio de actividades
21:00 Fin de actividades
21:00 Pega de calcas de la poesía
20:30 Pinta del “Muro de la Poesía”
Concierto

Actividades en turno matutino
1 Venta de libros de poesía por editoriales independientes
2 Visitas guiadas de centros escolares a la expo venta
4 Rifa de libros
5 Lectura colectiva de alumnos (foro de los poetas)