04 noviembre 2013


La vida misma
Berónica Palacios Rojas
 
 
Salirse de la ruta
Por Rebeca Ferreiro
4 Noviembre 2013
Para Berónica Palacios, egresada de la licenciatura en Letras Hispánicas y fundadora de la revista Papalotzi (en 2004) y de Ediciones Papalotzi (en 2007), cada revista y cada libro que logran publicar no son productos, ni copias en serie, ni cúmulos de páginas encuadernadas... son hijos. Y como a los hijos, “no puedes decir cuál te gusta más y cuál menos. De hecho, no te gustan, los quieres, los sientes”.
El más reciente ejemplar de esta editorial independiente, interesada en la publicación de voces emergentes y consagradas, locales e internacionales, lleva por título Espiral viajero, una compilación de textos de un género poco abordado en la actualidad por las casas editoriales, aunque de especial interés para un creciente número de lectores: la crónica de viaje.
De viaje
El nombre viene de la línea curva, que es el perpetuo movimiento, igual que un viaje. Así que quisimos publicar crónicas de viaje precisamente por su vitalidad, y porque es uno de los géneros que se trabaja poco. Es evidente que existen numerosas antologías de poesía y narrativa, pero las de crónica son escasas. Incluso cuando suele haber periodísticas, las literarias son poco comunes. Esto quizás abona a la resistencia que hay por parte de muchos escritores a crear en este género, tan diferente; lo que es una pena porque podrían llegar a convertirse en un documento histórico.
Veinte voces
Queríamos invitar al lector a que conociera los mundos mágicos a través de nuestros ojos y de nuestras letras. Los lectores están preparados actualmente no sólo para leer, sino para escribir y enamorarse de los lugares, para abrir su curiosidad al mundo. Nuestra vida es tan monótona que no observamos las pequeñas cosas que otro nos desvela. Por eso, queremos enganchar al lector a esta espiral con veinte experiencias de vida, veinte viajes a diferentes lugares lejanos y cercanos para que sientan ese calor humano que está presente hasta en las más claras descripciones de la arquitectura del lugar. Es una invitación a vivir viajes en nombre de otra voz.
Construir el momento
Todas resultan muy diferentes entre sí. Unas son más sentimentales que otras. Sin embargo, la única constante temática entre todas fue que ninguna coincidió en narrar en torno a un lugar turístico o muy conocido, sino que se preocuparon por escoger lugares que a primera vista no podrían parecer muy llamativos, lugares a los que en apariencia no se les pudiera extraer mucho, así que en ello veo una gran cualidad. La crónica de viaje construye el momento. El verdadero cronista siempre se sale de la ruta, ama observar detalles.
Estamos lejos
Éste es un resultado colectivo en el que todos participamos como escritores, financiadores (dada la situación regional que hace de la edición una labor de la que es muy difícil vivir) y lectores. Hay pocos lectores para textos literarios, las librerías venden los libros a cuenta gotas, a menos que se trate de un autor reconocido a nivel mundial. Las ventas se hacen, en realidad, de mano en mano y la capacidad de financiamiento de los libros todavía no es algo que veamos muy viable. Estamos lejos de vivir de la editorial. Sin embargo, trabajamos desde las tres trincheras: la escritura, la edición y la promoción; tareas arduas y celosas a tal punto que a veces no podemos ejercerlas al mismo tiempo, pero las enfrentamos con gusto, pues es un proyecto de convicción.
Nota publicada en la edición 766